Los videojuegos de carreras siempre tienen grandiosas pistas desiertas, específicamente para correr sólo en contra de tus competidores.El asfalto liso y negro de Traffic Rider y la línea de la meta son lugares comunes; a veces respaldados por un elemento fantástico que llena de súper poderes a los autos y nos transporta a escenarios exóticos donde correr sin fin, ya sean icebergs, bosques o cuevas.